lunes, 1 de febrero de 2010

Dia 30 - El apendice de la discordia

Sabado, 30 de enero

Por la mañana, Serrato y yo nos presentamos a las 8am en la oficina de pediatria, donde se encontraban la dra. Valencia y la dra. Hernandez (quien estuvo en la guardia toda la noche). Estuvimos presentes para la entrega de la guardia y nos repartimos el turno: yo me quedaria esta vez en urgencias y Serrato en piso unas horas, y despues cambiariamos de lugar. En urgencias estaba la dra. Velazquez, platicando en un pasillo con Meza y con una enfermera sobre un diputado que en un programa de radio, dijo comentarios racistas pensando que el equipo de grabacion estaba apagado, en relacion con la ayuda internacional a Haiti luego de los terremotos.

Luego de un par de consultas leves la dra. me dio chance de ir al comedor a desayunar. En un rato regrese y todo seguia tranquilo. Una que otra diarrea, una que otra gripa, un niño que necesitaba un punto en una herida en la cabeza despues de que su hermano le arrojo una piedra ...

Como a las 2pm, despues de que Serrato termino las NPT de ese dia, cambiamos de lugar. Primero se fue el a comer y luego yo. Subi a piso, y la dra. Valencia me pidio que hiciera unos calculos para UCIN - 2, un niño prematuro. Para eso, me enseño a calcular las kilocalorias administradas, los liquidos totales, el balance hidrico, la glucosa/kg/min, etc. Los hice y luego le elabore su nota de evolucion vespertina. Tambien por esas horas estaban en el hospital Karelica y Carolina, 2 amigas de medicina a quienes di asesorias de bio cel cuando ellas iban en 1er. semestre y que ahora se encontraban en 4to. Se encontraban haciendo unas encuestas a pacientes hospitalizados para una tarea y pasaron a saludarme. Hacia mucho tiempo que no las veia.

A las 8pm llego el dr. Ochoa, el pediatra del turno nocturno. La dra. Valencia le entrego la guardia y bajamos a urgencias pediatricas, pues se estaban juntando varios chamacos. Por cierto, muchas otalgias esa noche.

Un caso interesante fue un niño que ingreso diagnosticado por su abuelo (cirujano general) con apendicitis aguda. Traia ya sus laboratorios y placa de abdomen de la clinica particular, pero clinicamente, a la hora en que el dr. Ochoa lo reviso, no estaba tan sujestivo de apendice, sino muy inespecifico. Si bien tenia rebote positivo y dolor abdominal moderado, en ese momento estaba afebril y tenia signos de McBurney negativo, psoas negativo, obturador negativo y talopercusion negativo. Se le tomaron nuevos laboratorios y entre lo relevante, tenia 14,000 leucos y 0 bandas. Se le dejo en observacion y esperamos, mientras se le pasaban soluciones parenterales, sin ningun medicamento. Se quedo dormido por unas 2 horas, muy tranquilo.

El abuelo del niño llamaba por celular a su hija, la madre del niño, y ante la tardanza en la cirugia quiso hablar con el encargado de pediatria. El dr. Ochoa hablo con el, y la platica se convirtio en discusion de opiniones medicas (y un poco mas que eso). El dr. Ochoa comento el caso con el dr. Lucero y mas tarde, llamo al dr. Rubio, el cirujano pediatrico en turno, poco antes de la medianoche. Este ultimo llego en un santiamen, exploro al niño y prefirio meterlo a quirofano. El resto de la historia corresponde al dia siguiente.

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