domingo, 19 de septiembre de 2010

Dia 255 - Recambio valvular mitral / el quemado

 Sabado, 11 de septiembre

Comenzamos el dia a las 8am, con el pase de visita general. Despues de que Silvana nos entrego la guardia presentandonos lo mas importante de cada paciente y sin pendientes, Max y yo nos metimos al area quirurgica. El dia de hoy se llevaria a cabo en este hospital un cambio valvular mitral por una valvula protesica mecanica. La paciente tenia 29 años, y padecia insuficiencia mitral y estenosis de salida del ventriculo izquierdo secundaria a miocardiopatia hipertrofica obstructuva, por lo que ademas se hara miectomia septal. El dr. Castillo seria el cirujano cardiovascular.

Estaba programada a las 8am, pero comenzo tarde, poco despues de las 9am. El dr. Castillo venia acompañado de otro cirujano cardiovascular, quien seria su ayudante, por lo que solo requeririan a 1 interno, como 2do ayudante. Poco antes de entrar al quirofano, Max y yo decidimos echar a la suerte el privilegio de ayudar con un piedra-papel-tijeras. Gano Max, asi que yo seria el interno conocido en las cirugias de cardio como "el traidor": el que trae las muestras de sangre al laboratorio cada hora y regresa con los resultados de inmediato, ademas de ir y venir por paquetes globulares, concentrados plaquetarios, crioprecipitados y plasma fresco congelado al banco de sangre cada vez que se requiera. Ni modo, a la proxima seria al reves.

Despues de que el anestesiologo tuvo todo listo, Max se lavo y vistio junto con los cirujanos. Yo mientras tanto me quede dentro de la sala obsevando la accion. Brenda, la enfermera encargada de la maquina de circulacion extracorporea, asi como el anestesiologo, me pedian de vez en cuando llevar muestras de sangre arterial de la paciente al laboratorio para solicitar BH, QS, ES y gasometria, y asi hacer sus ajustes. Mas o menos me tocaba ir cada 40 - 60 minutos, entre el laboratorio y el banco de sangre.

La cirugia fue muy interesante. Hace mucho tiempo que no me tocaba entrar a ver una cirugia a corazon abierto. Los cirujanos no cesaban de preguntarle cosas de medicina y cultura general a Max, mientras yo me deleitaba con la cirugia observando desde el lugar del anestesiologo a traves de la cortina. Cuando el anestesiologo se encontraba ocupado y me teia que salir de su espacio, me iba a la maquina de circulacion extracorporea y Brenda me explicaba cosas sobre su funcionamiento.

La cirugia tardo alrededor de 7 horas, pero fue exitosa. Al final la paciente paso directamente a la UCI, donde el Dr. Soto ya la estaba esperando. Una vez que Max y yo conseguimos una impresion de la nota postquirurgica solicitada por el Dr. Castillo en la UCI, subimos a piso, al 2do nivel, para avisarles a Paty e Ivonne (las internas de Medicina Interna) que requerian un interno que ayudara al Dr. Soto a sacar muestras de sangre y ECG. Acudio Ivonne, ya que esta haciendo su protocolo de investigacion sobre cirugias cardiovasculares, y queria hablar con el Dr. Castillo (su asesor en la investigacion).

Eran casi las 4pm y Paty, Max y yo apenas estabamos desayunando en el comedor. Disfrutamos de un platillo de pollo al chipotle con frijoles y arroz, con pan de chocolate como postre, mientras agarrabamos cura.

Al terminar regresamos a nuestros servicios. Al pasar por Urgencias de camino a piso, El dr. Patiño Mandujano (medico encargado de Urgencias los fines de semana) nos presto a uno de sus alumnos que se lleva al hospital a hacer practicas en Urgencias, para que nos ayudara con los pendientes en piso. Era una estudiante de 4o semestre, y al llegar a piso los unicos pendientes que quedaban eran 2 curaciones y 2 notas de evolucion (de las unicas 2 pacientes que teniamos).

Primero fuimos con Hermelinda, de la 113. Era una señora de 55 años, postquiurgica de drenaje de hematoma perirrenal izquierdo abscedado. Despues de haber pasado a la UCI tras su cirugia y encontrarse en muy malas condiciones, ahora estaba en excelente estado general. Su herida quirurgica se veia de lo mejor, a la espera del retiro de su drenaje Saratoga y penrose. Ya casi no drenaba nada. Le hicimos su curacion y de ahi pasamos con Maria de Jesus de la cama 110, una señora de 66 años, paciente del Dr. Chavez Lopez (Cirugia vascular). Ingreso con diagnostico de necrobiosis y un absceso del pie izquierdo secundario a pie diabetico, y el dr. le amputo el 2do ortejo. Le explicamos a la estudiante como hacer la curacion y ella quiso hacerla, bajo nuestra supervision.

Despues fuimos al cuarto de medicos de 1er. nivel. Justo cuando ibamos a hacer las notas de evolucion nos vocearon: "Medico interno de Cirugia, favor de pasar a quirofano, es urgente!". Extrañados y sin saber porque nos voceaban, Max y yo nos despedimos de la alumna del dr. Patiño y acudimos corriendo al area quirurgica. Al llegar encontramos a un paciente ya anestesiado sobre la mesa de la sala 3. La anestesiologa de fines de semana estaba en su puesto al igual que las enfermeras quirurgicas, y el Dr. Cervantes -molesto- estaba recien lavado y a punto de ser vestido para operar.

Se trataba de un policia que ingreso a Urgencias traido por su esposa desde su hogar.  El señor, de 38 años, iba a cocinar, cuando al llegar a la estufa, detecto un olor a gas por todo el lugar. Aun asi se animo a encender un cerillo y de inmediato volo por la explosion hasta ser despedido a unos 2 metros de la estufa. A simple vista parecia que le habia ido bien: tenia quemaduras de 2do grado e ambos brazos y antebrazos, la mejilla y oreja izquierdas, el cuadrante inferior derecho del abdomen y la pierna derecha. Ya no tenia cejas, y el cabello estaba "achicharrado" y despedia un muy mal olor a quemado. Los ojos, via aerea y los genitales afortunadamente estaban respetados. El dr. calculo un 22% de superficie corporal total comprometida.

Rapidamente Max y yo nos lavamos y vestimos. El dr. debrido toda la piel quemada que pudo (habia zonas en las que la epidermis salia jalandola como si fuera una prenda) y despues Max y yo le ayudamos a cubrir dichas areas con neosporin y una infinidad de telfas, abiertas y sin el algodon de su interior. Despues cubrimos las telfas con algodon y vendajes. Terminamos en un par de horas y el paciente subio a piso, a una cama normal de 1er. nivel. Al dia siguiente subiria a 2do. nivel, al aislado 2B.

Ya algo cansados, llegamos al cuarto de medicos de 1er. nivel por la noche. Le presentamos los pendientes al dr. Lucero y nos dispusimos a cenar. En nuestra ausencia se ingreso por la tarde el paciente de la cirugia de cardio de mañana: don Ruben, de 50 años, programado para revascularizacion miocardica a las 8am del mañana. Le tomamos los laboratorios de control y le cruzamos componentes sanguineos. A la medianoche actualizamos los medicamentos, hicimos el pase de visita actualizado para Nophal y Catzin de la guardia de mañana... y a dormir.

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